Puede que esta sea una de las ramas más olvidadas y abandonadas en la práctica jurídica, ya que en diversas ocasiones parece que, tras la obtención de una sentencia condenatoria y el ingreso en prisión del condenado, todo está perdido, pero esto no es así.

Una vez el condenado ingresa en prisión, entran en juego un conjunta de normas que regulan la ejecución de las penas de prisión y otras medidas privativas de libertad. Su objetivo es garantizar el respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad y tratar de garantizar su futura reinserción.

Para que la estancia en prisión sea lo más amena posible dentro de las circunstancias y garantizar el goce de disfrute de permisos penitenciarios es imprescindible el asesoramiento y seguimiento de la estancia por un abogado especializado en la materia.